LA ENCINA MILENARIA
En nuestro pueblo, como en los demás, existen relatos que se han mantenido vivos gracias a la memoria de sus vecinos mediante el mítico sistema de comunicación del “boca a boca”. Relatos de los recuerdos que aún quedan en la memoria de las personas de más edad que conforman la intrahistoria de los pueblos con hechos puntuales que nos recuerdan la vida y obra de generaciones anteriores.He aquí la pequeña historia de una gran encina, La Encina Milenaria o de Los Lumbreros.
Un ejemplar joven de encina junto al reguero de Valseco.
Esta encina estaba situada en un altozano subiendo una antigua vereda llamada de “la Choza”. Desapareció al tener poco uso, siendo cubierta por los matorrales y por los rehabilitados caminos rurales.La vereda de la Choza subía por un pequeño valle entre las parcelas de “Confite” y “Los Pirulos” entre el Vaqueril Alto y Vaqueril de Enmedio. La imponente encina se ubicaba en la zona que fue llamada también “Los pijuares del señor Arella”. El Señor Marqués de Malpica solía arrendarsus tierras para cultivo, al mejor postor, a diversos terratenientes que leían los anuncios en la prensa, existiendo constancia de esto en la prensa del siglo XIX y XX, siendo el Sr. Arella uno de los que cultivaron sus tierras mediante el arrendamiento de ellas.
Anuncio, diario de ABC, del Marqués de Malpica, para arrendar sus tierras.
El Señor Marqués de Malpica, dueño de todas las tierras del antiguo señorío de Valdepusa, mantenía un retén o grupo de cinco hombres a caballo durante los meses de verano, siempre preparados a interveniren caso de un incendio, acudiendo raudos al lugar para sofocarlo. Durante la estancia tenían su campamento debajo de esa encina, que con su enorme masa arbórea cubrían a esos cinco hombres, sus caballos y también sus enseres. Allí pasaban sus días y noches del largo y caluroso verano, vigilantes de todo lo que pasaba a su alrededor.
Un grupo de guardas de otro sitio.
La vida bajo esa encina no debería ser muy fácil y entretenida, siendo un tanto rutinaria y complicada por el aburrimiento y soledad a la que estaban sometidas esas personas que provocarían, como es de suponer, algún enfrentamiento entre ellos por cualquier causa, tan pronto alegres, tan pronto enfadados. Pero la única testigo que presenciaba sus vivencias de penas y alegrías no resistió el paso del tiempo y terminó sus días en la década de los 30 del siglo XX, arrancada y troceada, se aprovechó su leña para dar calor a más de un hogar. Cuentan quienes la conocieron que ha sido el árbol más grande que hubo en el antiguo Señorío de Valdepusa. En la actualidad no es necesario ese retén debido a las nuevas técnicas y medios que preservan al monte de los incendios, contando con la disposición de muchos agricultores que forman cortafuegos en sus parcelas para evitar la propagación del fuego.
Bellotas, el fruto de las encinas.
Hay más árboles, dignos de mención, que también fueron buenos ejemplares por su tamaño, entre ellos está la célebre “encina de los 5 duros”, situada en el quinto de Hornaguera Alta; llamada así por haber costado 5 duros la poda de la misma, realizada por Santiago Gómez, “Valino”.También, fue la gran “Oliva de la Marquesa” que tenía una copa generosa, tan grande que un carro daba la vuelta al tronco sin salirse de la zona que cubrían sus ramas. Asimismo, desaparecida un año del 1931-39. La oliva estaba situada en el antiguo “Olivar de la Fuente”, muy cerca de la fuente de “los tres caños”. Otro ejemplar que desapareció recientemente, el fresno denominado “el árbol gordo” situado en la carretera a mitad de camino entre Malpica y Bernuy, un ejemplar hermoso, alto y frondoso donde los caminantes encontraban la deseada sombralos días calurosos de verano. Otro digno de ser mencionado es el olmo o álamo negro que aún existe junto a la noria de la huerta de El Prado, en la margen izquierda del río Tajo, muy cercano a Malpica. Este árbol sigue con vida a pesar de la grafiosis que prácticamente ha diezmado de olmos a toda la superficie española.
Doy las gracias a Vicente Esteban Ocaña por su colaboración en la redacción de este retazo de la historia de la Encina Milenaria, también llamada de los Lumbreros.
EHdelaR, 08 de julio de 2018