Antiguamente era “Calle de la Tercia”, luego se simplificó a Calle Tercia. Existe también en otras localidades, ya sea como calle o plaza, y algunos pueblos han conservado la “Casa de la Tercia”.
El nombre hace referencia al lugar donde se recaudaban y almacenaban las TERCIAS REALES, un impuesto que existió hasta el S. XIX y que consistía en una tercera parte de los diezmos de la Iglesia, que ésta había cedido a la Corona.
El pago de diezmos a la Iglesia se generalizó en España a partir del S. XI para financiar la repoblación según avanzaba la Reconquista, y se convirtió en ley en 1213.
El Papa Alejandro VI concedió una parte de esos diezmos (la “Tercia”) a los Reyes Católicos para la conquista de Granada con carácter definitivo. En algunos casos, los reyes cedieron o vendieron la potestad de cobrar esos impuestos (o parte de ellos) a los nobles, en una especie de subcontrata.
Ése fue el caso de Malpica: En el año 1599, D. Pedro Barroso de Ribera, Señor de Valdepusa y primer Marqués de Malpica, compró al Rey Felipe III “las alcabalas y las Tercias Reales de corderos”. En consecuencia, eran los marqueses quienes percibían esos impuestos.
Paco Corral (21/9/2020)