La pandemia del COVID-19 es un tremendo drama social que ha causado ya muchos miles de muertos y que nos ha cambiado la vida.

Es, por eso, oportuno recordar que mucho más devastadora todavía fue la que sufrieron nuestros padres y abuelos en 1918, con cerca de 400.000 muertos en España y unos 50 millones en todo el mundo. Aquella pandemia afectó sobre todo a personas jóvenes.

Se originó en medio de la I Guerra Mundial. Y fue llamada “gripe española” porque en España la prensa y la sociedad le dedicaron más atención, al no estar España en guerra.

EN MALPICA: En nuestro pueblo la mortandad causada por la gripe de 1918 fue dramática. Así lo testimonia la placa que se conserva sobre la puerta de nuestro Ayuntamiento, y así lo documenta el Libro de Defunciones, afortunadamente bien conservado.

Según ese registro de defunciones, en octubre de 1918 hubo en Malpica 28 fallecidos. Como dato comparativo, en todo el año 1920 se produjeron 23 fallecimientos. Es decir, que solo en octubre de 1918 hubo más muertos que en todo el año 1920.

Después de octubre… el vacío; un vacío estremecedor: en los tres meses siguientes, hasta el 3 de febrero de 1919, dejan de registrarse las defunciones; hojas en blanco… de vez en cuando un nombre sin más datos…

Tres meses, por tanto, en que los servicios municipales estuvieron colapsados, o tal vez los propios responsables del registro cayeron enfermos. 

Extrapolando datos, durante los cuatro meses críticos de la epidemia (octubre de 1918 a enero de 1919) habrían fallecido en nuestro pueblo entre 120 y 140 personas, para una población de unos 1.200 habitantes; más del 10% de la población de Malpica.

Fue, pues, una mortandad terrible la que vivieron nuestros padres y abuelos; a la que seguiría otro drama 17 años después: la Guerra Civil. Merecen todo nuestro reconocimiento esas generaciones que, tras toda una vida llena de penurias, trabajo y sacrificios, supieron dejarnos una sociedad más próspera y más libre.

Y una enseñanza final: La “gripe española” tuvo un brote inicial hacia abril de 1918; luego remitió durante el verano, pero rebrotó con fuerza en octubre, y esa fue la fase de mayor virulencia. Esperemos que esta vez se aprenda de aquella experiencia y que tanto ciudadanos como autoridades sanitarias tomemos todas las precauciones necesarias.

Paco Corral                                                                                                                              (26/9/2020)