Antes de que se construyeran los pantanos que regulan su corriente, la ribera del Tajo se veía inundada por periódicas crecidas, o “avenidas” (popularmente “avenías”) que se producían casi todos los años por invierno o primavera. Y recuerdo de mi infancia alguna ocasión en que por el pueblo corrió como la pólvora el grito de alarma “¡que viene una avenía!”.

La crecida más grande documentada fue en el año 1876.

Ya en época moderna, con registros hidrográficos sistemáticos, la mayor crecida que se recuerda, fue la de 1947. Poco faltó para que el agua llegara al nivel de la carretera sobre el puente, y según cuentan personas de edad (como señalaba alguno de los citados comentarios) casi se alcanzaba a tocar el río con la mano.

Hubo también crecidas en 1902, 1910 y 1916. Y muy importante fue la del año 1924, que se acercó al nivel de la de 1947. También hubo crecida en 1925. Y una excepcional en 1926, porque fue ¡en agosto! Más tarde, el río se volvió a desbordar en 1936 y 1941.

Ha quedado también para la historia la de 1963. Y no tanto por su tamaño (que no fue excepcional) como porque obligó a parar la filmación de la película “El fabuloso mundo del circo” con John Wayne, Rita Hayworth y Claudia Cardinale, que se filmaba en Toledo en la zona de Safont, y fue anegada por la crecida del Tajo.

Paco Corral                                                                                                                                      (10/10/2020)