El tema es complejo y, además, existen pocas publicaciones que lo analicen. Voy a intentar resumir todo lo posible y ceñirme a los datos y a los hechos, con las mínimas valoraciones.
ANTECEDENTES: Al iniciarse el siglo XIX, más del 60% del campo español pertenecía a Señoríos, y más del 50% de los españoles eran vasallos de un Señor. Las Cortes de Cádiz abolieron el vasallaje y suprimieron los Señoríos Jurisdiccionales y los Mayorazgos. Pero la estructura de la propiedad no cambió; la tenencia de la tierra seguía siendo muy desequilibrada, con la propiedad en manos de muy pocos y una gran masa empobrecida de campesinos y jornaleros. Se hacía inevitable acometer una reforma agraria. Y así lo hizo el 15 de septiembre 1932 el gobierno de la II República al promulgar la Ley de Reforma Agraria, creando para gestionarla el Instituto para la Reforma Agraria (I.R.A.).
REFORMA AGRARIA EN VALDEPUSA: El 11 de octubre de 1933 se decretó la expropiación de 14 grandes fincas en toda España; entre ellas Valdepusa, la primera en la provincia de Toledo. El responsable nacional de gestionar la Reforma era, por cierto, un hijo de la tierra, nacido en Torrijos y con lazos familiares en Malpica: Juan José Benayas Sánchez-Cabezudo, Director General de la Reforma Agraria desde septiembre de 1933, y que luego fue Ministro de Agricultura en 1935.
Los propietarios iniciaron una batalla legal contra la expropiación, llegando hasta el Tribunal Supremo. Pero en mayo de 1934 comenzó ya el asentamiento de campesinos.
Previamente se había iniciado el pago de las correspondientes indemnizaciones a los propietarios de las tierras y, en su caso, a los arrendatarios. Y se habían formado comunidades de colonos en cinco pueblos: Malpica (263), Cebolla (250), San Martín (101), San Bartolomé (100) y Mesegar (60).
Todos optaron por el sistema colectivo de explotación. Pero pronto surgieron desacuerdos. En Malpica, la comunidad de colonos se acabó dividiendo en cuatro. La última de ellas, además, abandonó el sistema de explotación colectivo y optó por el individual.
A los problemas organizativos se sumaban las dificultades económicas; las explotaciones no lograban ser rentables y se acumulaban las deudas. En el primer año de funcionamiento las de Malpica tenían ya 706.083 pts. de deuda; y el conjunto de los cinco pueblos 2.278.424 pts.
Para mejorar la rentabilidad, en marzo de 1935 se puso ya en marcha el primer regadío de 109ha en Hornaguera Baja, lo que mejoró las perspectivas económicas; pero por poco tiempo, pues estalló la guerra.
Un hecho destacable es la continuidad general del proyecto por encima de diferencias políticas. La Ley fue elaborada y promulgada por los primeros Gobiernos de la República, de composición socialista-liberal. Pero buena parte de la ejecución se realizó durante el Gobierno Republicano de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) entre 1934 y 1935. Se introdujeron cambios, pero los procesos ya iniciados no se detuvieron.
Mapa elaborado por Ángel Paniagua: en gris la parte que fue devuelta en 1943 a los anteriores propietarios; en blanco la parte que fue parcelada para colonos.
LA COLONIZACIÓN DEL INC: Tras la Guerra Civil, la directriz política era, en general, devolver las tierras a sus antiguos propietarios. Pero la Ley de 23 de febrero de 1940 estableció que no fueran devueltas las tierras donde los colonos ya estuvieran consolidados. La única finca de la provincia de Toledo en la que se aplicó esa norma, fue precisamente Valdepusa (orden de 6 de junio de 1940). Previamente se había creado (18 de octubre de 1939) el Instituto Nacional de Colonización (INC) para la gestión de los asentamientos agrarios.
Hasta 1943 hubo un tira y afloja entre el INC y los antiguos propietarios para definir la parte de Valdepusa a ser devuelta y la parte a ser retenida. Finalmente, de las 8.451ha que habían sido expropiadas en 1933, se devuelven 3.615ha y pasan al INC 4.836ha (ver mapa). En ellas se asientan 171 familias de colonos de Malpica y Cebolla, más tarde ampliadas a 215; dándose preferencia a las familias que tuvieran al menos dos hijos.
Además de reducir el volumen del proyecto, se cambió el concepto de “reparto de tierras” por el de “crédito para acceso a la propiedad” y se impuso un sistema de gestión vertical. El INC basó su estrategia en la dotación de infraestructuras y directrices técnicas, con la finalidad de que las explotaciones pudieran ser viables. Se construyó Bernuy, con 70 viviendas, entre 1947 y 1950. Se proyectaron barrios de viviendas en Malpica, de los que finalmente solo se construyeron 11 casas para colonos, ya en 1961: el barrio de “El Congo” (así llamado porque su edificación coincidió con la Guerra del Congo). Se mejoraron caminos, instalaciones de riego y otras infraestructuras agrícolas. Se entregaban a cuenta aperos y productos, y a los lotes de secano se les dotó de animales (en general, dos mulas y una vaca) para que la explotación familiar pudiera ser autosuficiente.
Se amplió el regadío hasta las 235ha en 1961. En total, se distribuyeron 171 lotes de secano y 45 de regadío, para 215 familias. Todo el proceso de parcelación, construcción y reordenación duró 15 años
Se estableció el valor de cada lote y se fijó, para el pago, un periodo de amortización de 30 años, (en otros casos, 25 años para las tierras y 40 para las casas) con un interés anual del 3%. Al finalizar el periodo de 30 años, algo más de la mitad de los colonos de secano habían amortizado la propiedad (ver cuadro).
Paralelamente, el INC vendió en 1947 al Ayuntamiento de Malpica 688ha en los quintos de El Término y Vaqueril Alto “para aliviar el descontento de los que no habían recibido en el reparto”. El Ayuntamiento los arrienda obteniendo unos ingresos que, entre 1949 y 1987, representaron una media del 26% de su presupuesto anual.
Lo que parece evidente, como conclusión, es que la realidad social y económica siempre aflora por encima de la política y de la ideología. Y que también entre Reforma Agraria y Colonización hubo una cierta continuidad, al lado de las importantes diferencias en volumen, en planteamiento y en procedimientos.
Paco Corral (22/4/2021)
(El mapa, el cuadro y parte de los datos, proceden de “Reforma y colonización agraria: la intervención oficial en la comarca de Valdepusa 1932-1987”, de Ángel Paniagua Mazorra, Revista de Estudios Geográficos, tomo XLIX, nº 192, 1988.
Imprescindible es también el libro de Imelda Sánchez Sánchez: “El Instituto Nacional de Colonización. Repercusiones de la política agraria franquista en Talavera y sus tierras”. Ayuntamiento de Talavera, 2002.
Sobre el proyecto urbanístico de 1944 para la reforma de Malpica y construcción de Bernuy, que publicó la Revista Nacional de Arquitectura, Evaristo está preparando un análisis del aspecto constructivo y arquitectónico, y una buena información se encuentra también en el sitio web de Ángel Corral: http://acorral.es/malpiweb/historia/proyectocoloniza.html ).