El reciente artículo “Ruta de Cebolla y sus dos ermitas” publicado por Miguel Méndez-Cabeza en su excelente página “La mejor tierra de Castilla”, reproduce una preciosa fotografía del rollo de “Sanchón”, antigua población cercana a Cebolla, ya desaparecida.
Se aprecia que esos restos son bastante parecidos al rollo que existió en Malpica hasta los años 40, según lo describió el Conde de Cedillo hacia 1910; y recreado por Félix Erustes, basándose en esa descripción y en testimonios de personas que lo recuerdan.
De tipología muy semejante es también el rollo de Otero, que afortunadamente se conserva hasta hoy.
Y de estilo similar, aunque de piedra, es el de Domíngo Pérez, según testimonio de Josué López Muñoz, que recoge estudios de Jesús María Ruiz-Ayucar.
Estos cuatro rollos estaban situados a poca distancia geográfica. Los más alejados, Malpica y Otero, distan apenas 13 km; y en medio de ese trayecto quedan tanto Domingo Pérez como el antiguo poblado de Sanchón.
Los cuatro tienen características y formas constructivas que corresponden al tipo que Cedillo catalogó como “rollos de la decadencia”: una sencilla columna sin apenas componentes decorativos. Ese tipo de rollos se levantaron a partir de mediados del S. XVII, cuando la justicia feudal ya estaba cambiando hacia una justicia centralizada. Los de Malpica, Otero y Sanchón se construyeron en ladrillo; el de Domingo Pérez en piedra, pero es de la misma época, ya que se erigió cuando el pueblo obtuvo la categoría de villa, en 1669.
En cambio, el rollo de Cebolla, que también queda dentro de esa pequeña extensión geográfica, es anterior en dos siglos (S. XV) y de un estilo más solemne, pues en esa época la justicia local tenía pleno poder. Está construido en granito y labrado con una evidente voluntad monumental, artística y decorativa.
Paco Corral (18/11/2021)