TAPIALES: TAPIAS DE TIERRA DE MALPICA

   Llamamos tapiales al conjunto de medios o utensilios que sirven para formar las tapias. Es una forma de construir muros y paredes para cerramientos de solares, naves, viviendas etc. Son resistentes y estables y especiales que regulan   la temperatura del interior del habitáculo donde están realizados.  Los medios que se utilizan para la ejecución de la tapia los veréis en una fotografía.

Los materiales que emplean son económicos y la mano de obra no es necesario que sea muy cualificada. La tapia tiene cimiento a base de piedra y mortero bastardo fluido que rellenan todos los huecos, para hacer a continuación un muro de piedra del lugar.           Después, construyen los machones o pilares de las esquinas y los que determinen a lo largo del muro que va a servir para confinar la tapia. Los tapiales son como la madera de encofrado que se colocan para contener el material que se echa; tierra humedecida con cierta cantidad de paja de cereales; echan capas de tierra más o menos gruesa para ser apisonadas usando diferentes pisones ya sea para usarlos en el centro o bien en el perímetro junto a los tapiales. Era importante hacer el encalado posterior de las caras de la tapia para protegerla de la inclemencia del tiempo, lluvia y aire.

          Estas dos fotografías están realizadas en la calle Virgen de las Nieves

La técnica constructiva de la tapia es muy antigua por su sencillez y economía. Los romanos la utilizaban para hacer sus casas desde que nació el Imperio Romano que podemos ver en la cantidad de ruinas y monumentos que nos dejaron; las ruinas de Pompeya devastada hacia el año 79 de nuestra Era; en el norte de Marruecos y de ahí a la Península Ibérica a través de la invasión árabe, año 711; en Hispanoamérica y oeste de Estados Unidos, llevado por los españoles a partir de 1492.

   En Malpica tenemos muchos ejemplos a pesar del tiempo transcurrido con algunos edificios que pasan de los 100 años de antigüedad, aun visibles. Aquí dejaron de hacer tapias por este método en la década de los 50, siglo XX. Están situadas en el núcleo delimitado por el río Tajo y la calle Concejo, Gral. Millán Astray (ahora Toledo), Acacias, Olivar y Travesía del Olivar, límite del pueblo en aquella década, existen muchas viviendas antiguas que aún siguen en pie, aunque muy deterioradas, tienen tapias de tierra, unas con los “machones” de adobe y otras con ladrillo cerámico o piedra tosca que es del lugar. Asimismo, hemos visto que algunas fachadas de las viviendas rehabilitadas con una pared adosada al muro de tierra o tapia, una buena solución para combatir el frío, el calor y el ruido del exterior.  La técnica constructiva de hacer muros de esta forma ha permanecido mucho tiempo sobre todo en el medio rural. El paso del tiempo ha definido el cambio perceptible de la fisonomía del pueblo tanto en calles como en los edificios gracias a las nuevas tecnologías y medios mecánicos y también materiales de más calidad y formato.  

   Este sistema lo realizan actualmente en África y América del Sur con ciertas variantes que hacen a las tapias más resistentes y duraderas. Una construcción sencilla y simple cuyos resultados son óptimos; los sencillos medios de montaje, la tierra del lugar humedecida y amasada con un poco de agua, todo revuelto con paja de cereales, y personal dispuesto para hacerlo. Algo muy antiguo que lo están poniendo de moda en las poblaciones del agro carentes de otros recursos.

EHdelaR  01 octubre 2020