Todos los sistemas de producción, como el agrícola primero, después el industrial y por último el de  servicios,  emergieron paulatinamente en el mundo desde que el hombre dejó la vida nómada para hacerse sedentario y adentrarse obligado a un sistema productivo que le proveía de alimentos para seguir subsistiendo. En dichos sistemas a medida que adquirían ciertos conocimientos  avanzaban con imaginación e inventiva en la elaboración de ciertas herramientas y máquinas que les era muy útiles para conseguir más y mejores productos. Cada nuevo cambio  en el sistema de producción de cualquier sistema ha supuesto una revolución tanto laboral como social por ocasionar desplazamientos humanos y cambio de costumbres, tal como veremos a continuación cuando llegó a nuestras tierras la mecanización en el sector primario o agrícola. Vivimos en una zona donde el sector primario  es el sistema que siempre hemos tenido como medio de producción.

   Entre la década de los 60 y parte de los 70, siglo XX, se produjo una revolución en el mundo del campo de nuestro país sin precedente y por supuesto  Malpica no fue ajeno al cambio que afectó a la forma de vida de sus habitantes en pocos años. Cuando se dan tales transformaciones, la población siempre soporta la pérdida de muchas costumbres y del uso de útiles o medios habituales utilizados desde antaño.

  Dicha transformación tuvo su origen por la mecanización del agro creando en tan solo una década la desaparición de las herramientas, aperos y animales que habían acompañado al agricultor para realizar sus labores agrícolas y con ello, el inicio de la alteración de rutinas en la población supeditada al campo con la desaparición de los oficios que elaboraban útiles para el sector primario. Idéntico resultado fue cuando Felipe II (1560) trasladó la corte de la ciudad imperial a Madrid y con ella toda la nobleza residente en Toledo, hasta ese año la capital del Imperio; se quedó sin artesanos y despoblado  con una pérdida de dos tercios de los habitantes; casas y palacios se quedaron abandonados a su suerte, arruinados se fueron desmoronando por la falta de mantenimiento. Como en todas parte siempre hay una excepción y algún nostálgico siguió con su mula, recuerdo a Eutiquio Cedena  por la carretera, dirección al Castillo Villalba o Bolobras para trabajar en sus tierras y algún otro con su borriquilla en dirección al campo.

    Con la llegada del tractor y otras máquinas comenzaron a escasear  las mulas, burros, carros y aperos de labranza, eran tiempos de modernización y lo antiguo ya no servía, pero no solo del agro; la fisonomía viaria y de servicios del pueblo comenzó a modificarse.

    Fue el origen del crecimiento del parque móvil mecanizado y los carros fueron desapareciendo; fue esencial la pavimentación de las calles haciéndolas más transitables, las aceras, la señalización, etc.; el tendido eléctrico  fue modificado por otro capaz de suministrar el fluido necesario con más voltios para mejorar la iluminación de las calles y dar más potencia eléctrica a las viviendas; Llegó el teléfono, antes había que desplazarse a Mesegar o Cebolla; crearon los servicios de infraestructura de agua potable y red de aguas fecales; la presencia del agua potable procedente del paraje “las Minas” cerca del  pueblo;  primero fueron tres fuentes más cercanas a las viviendas, logró que los vecinos no se desplazaran  a la fuente de los tres caños a llenar sus cántaros y a lavar sus ropas.

 Con el agua en las viviendas era necesario una red de saneamiento o de aguas sucias para aliviar la limpieza de las calles; Mejoraron las viviendas y en las más antiguas  construían el cuarto de baño, tan necesario; comenzaron a llegar las lavadoras eléctricas, el frigorífico, la cocina,  primero de petróleo y después de gas, la televisión jubilaba a las clásicas radios y  las salas de cine se quedaban desiertas por falta de público En pocos años la forma de vida en nuestro pueblo fue pareciéndose un poco a la pequeña ciudad con el implemento necesario de los servicios acordes con los tiempos que vivíamos. Sin duda que estos cambios mejoraron la vida de los habitantes, pero tuvo inconvenientes, ejemplo, la emigración que produjo la mecanización del campo, desplazando a familias enteras a otros lugares en busca de trabajo. El destino más cercano fue Madrid, ahí emigró la mayor parte, después Barcelona, Valencia, Francia, Suiza, Alemania y otros, dejando el pueblo con menos habitantes. ¿Quién se acuerda de eso ahora?

Fueron años que se vivieron intensamente por el protagonismo de las novedades que paulatinamente iban produciéndose, modernizando las casas y su entorno, dando prioridad a otros cambios dependiendo de su necesidad.  

 ¡¡Quién lo iba a decir!! ¡¡Si nuestros abuelos levantaran la cabeza!! Echa la vista atrás y …  ¿desearías estar como estabas antes?

EHdelaR  16 Oct. 2020