EL CAMINO DE ERUSTES-MALPICA
El pasado día 9 de noviembre publiqué en Facebook un artículo sobre los caminos que finalizaban en Malpica en la postrimería del siglo XIX, los de la zona Sur y Oeste. Hoy comienzo con la serie de lios caminos del Este y Norte que comienzan o llegan a Malpica. El primero, llamado camino de Erustes es el más interesante.
Comenzaba en la margen derecha del río Tajo, lugar del embarcadero, +392,00 msnm, de aquí salía un camino y más adelante dos más, el de Mesegar y Erustes: este último en dirección a lo que hemos llamado siempre el cruce, el de la Casilla de camineros. Hasta aquí discurría recto entre almendros en los bordes y los viejos olivos de la finca Corralejo. Los olivos fueron arrancados para dar paso a un cultivo intensivo mediante una maquinaria moderna con un desconocido sistema pionero en la comarca de riego por aspersión. El cruce existe aún, ahora con un puente con una rotonda a cada lado sobre la vía principal, pero no existe la Casilla, y las tierras siguen siendo de su dueño primitivo. Comenzamos el ascenso y si miramos a la izquierda veremos el Castillo Villalba o de Bolobras en ruinas, aunque muerto, parece vigilar el tranquilo valle del Tajo. Al lado izdo. tenemos un puente de ladrillo del siglo XIX sobre el reguero Ramasaetas, cuyo estado es óptimo a pesar de haber transcurrido más de 140 años. Solo tiene un ojo con muros de ladrillo macizo cerámico y bóveda de cañón o medio punto, también del mismo ladrillo colocado a sardinel. Aunque ese ojo es una alcantarilla de gran diámetro, las aletas le dan más porte de ser un puente.
Ya estamos dentro de la finca de Tejero. Sobre el puente a ambos lados existen unos bolardos de piedra de granito ennegrecido y lleno de musgo, para indicar los bordes del camino. Bolardos que están colocados también en las curvas mostrando su peligrosidad. El camino a medida que avanzamos se hace más abrupto cuyos aledaños se llenan de encinas, jarilla, carrascos y retamas, algunos olivos e higueras. Unas veces el camino se ensancha, otras lo cierra la vegetación y ramas de las encinas que dificultan el paso.
A veces los claros entre la espesura del monte nos dejan observar un horizonte cada vez más amplio con unas vistas impresionantes de las tierras que vamos dejando atrás, “naturaleza muerta”, dicen los pintores donde no se ve movimiento alguno. Destacan dichos claros y las manchas de diferente colorido de la vegetación resaltando la belleza del valle del Tajo, siguiendo su curso, con un hilo de árboles junto a sus orillas. Asimismo, son los edificios más insignes de las poblaciones cercanas, los que destacan por encima de los árboles que les rodean.
Seguimos ascendiendo y encontramos las ruinas del caserío de Tejero, ofreciendo desde aquí al caminante una vista impresionante que contrasta con las señales de ruina y deterioro que va dejando el tiempo.
Más adelante estamos entre zonas cultivables y plantaciones de jóvenes olivos, bosques de olivos, que antiguamente no existían. Nos encontramos a la izquierda del camino un pozo y su alberca con algunos canales de riego, esto es más moderno, es del siglo XX, en desuso y en proceso de ruina.
Subiendo a la derecha, otro caserío con señales de tener más actividad y un huerto que también tiene aspecto de abandono. Casi llegando a la cima de lo que es la cuesta de Tejero, el camino termina en la carretera de Mesegar, es el punto más alto del camino recorrido, + 562,00 msnm.
Este es el camino por donde iban los viajeros en las célebres diligencias que tanto han dado qué leer y hablar sobre los viajeros del siglo XIX y anteriores, que viajaban a poblaciones cercanas o a Madrid. Fue más utilizado cuando el tren hizo su aparición sobre el año 1876. Ese año se terminó el último tramo que quedaba de Torrijos-Talavera.
El camino Malpica-Erustes cayó en desuso por la inauguración del puente de Malpica (1893), y la carretera de San Martín a Santa Olalla pasando por Malpica, que ya hemos tratado anteriormente. Realizada gran parte de ella sobre parte del trazado de este camino.
Después hicieron una nueva carretera quelas personas de más edad siempre llamaban como la “variante de Tejero” al tramo de la carretera desde el cruce de la Casilla hasta culminar la cuesta, dejando el camino para uso de carros agricolas. Imaginad un viaje en una diligencia de la época con un camino de firme lleno de piedras, baches, etc., que a nosotros nos parece una barbaridad, pero para los viajeros de entonces carentes de otros medios más cómodos era lo mejor, pues no tenían más remedio que viajar en esas viejas diligencias, tartanas, caleseras… Los antiguos caminos no requerían otro tipo de carruaje para viajar, tenía que ser duros y resistentes que ante tanto traqueteo todos sus elementos debían estar muy bien ensamblados para evitar lo que decimos ahora, “quedarse tirado”. Al tratarse de un camino vecinal, las autoridades de Malpica, Mesegar y Erustes, se podrían poner de acuerdo para reparar y acondicionar este camino para utilización de senderistas y ciclistas, dadas las condiciones medioambientales, merece la pena. El camino terminó y este relato también, poco a poco veremos que efectivamente todos los caminos conducen a Roma.
EHdelaR. 19 Nov. 2020