La antigua "HERMANDAD Y COFRADÍA DE LOS HERMANOS DE LA SANTA VERA-CRUZ Y CINCO LLAGAS DE N.S. JESUCRISTO" se ocupó en nuestro pueblo de las festividades de la Semana Santa, Cruz de Mayo y Cruz de Septiembre.

Se conservan su Ordenanzas, formalizadas el 15 de marzo de 1767 en esta Iglesia desta villa de Malpica consagrada al Bendito San Pedro en Cátedra, Patrón nuestro.

Es un documento de gran interés porque ofrece detalles de cómo se vivía entonces la Semana Santa en nuestro pueblo. Y, entre otras cosas, destaca la existencia de los "flagelantes".

Los flagelantes, o "disciplinantes" recorrían las calles "desnudos de medio cuerpo arriba con algunas vueltas de soga a la cintura, derraman su sangre azotándose en medio de las procesiones".

Fue una tradición muy extendida, sobre todo a partir de la gran epidemia de Peste Negra (1347-1353) en la que murió casi la mitad de la población de Europa. Se consideró que aquella gran peste había sido un "castigo divino" por pecados colectivos que habían de ser expiados mediante la penitencia, la mortificación y el sufrimiento físico.

Con el paso de los siglos, la Iglesia fue limitando aquellas exhibiciones de auto-laceración pública que consideraba excesivas: "otros que se van a los templos, derraman su sangre azotándose por medio de las procesiones sin advertir y quizás advirtiendo que manchan las ropas de los concurrentes de uno y otro sexo".

Así, en 1776 se ordenó "que los penitentes de sangre vayan delante de las referidas procesiones y si quieren venir a hacer oración ante las sagradas imágenes vengan con el azote parado de modo que nunca se verifique darse con él". Indicando que esas prácticas se alejaban "del orden debido y perturban la devoción", al mismo tiempo "que asustan al sexo femenino y le abstraen de la oración y visita de los templos".

En 1777 una Real Orden de Carlos III mandó que "no permitan chancillerías ni audiencias del reino, disciplinantes, empalados ni otros espectáculos semejantes que no sirven de edificación y pueden servir en la indecencia y el desorden de las procesiones de Semana Santa... debiendo los que tuvieran verdadero espíritu de compunción y penitencia elegir otras más racionales, secretas y menos expuestas".

EN MALPICA también existió esa tradición de "los disciplinantes".

En las citadas Ordenanzas de 1767, se distinguían dos tipos de Cofrades:

-          Cofrades para LUZ

-          Cofrades para DISCIPLINA y SANGRE

Los primeros se encargaban de dar LUZ a las procesiones mediante cirios, velas y hachones; y de portar los signos y estandartes.

Los segundos se "disciplinaban" azotándose durante las procesiones, en especial la de Jueves Santo, procesión llamada "de Disciplina", o "de la Sangre".

Las Ordenanzas establecían incluso diferentes "cuotas" a pagar:

-          Los Cofrades para Luz "han de pagar quince Reales de Vellón por sí y su mujer, y si fuese mancebo pague lo mismo".

-          Los Cofrades para Disciplina y Sangre, en cambio, "Viendo y considerando lo que padece el hermano que entra para Disciplina, queriendo agradecerle la Penitencia que hace y buen ejemplo que da (…) ha de pagar diez Reales de Vellón por sí y su mujer y el mancebo que entrare con licencia de sus padres, ha de pagar los dichos diez Reales".

Se entiende que el menor que quisiera ser Cofrade para Disciplina y Sangre, debía tener el permiso de sus padres.

Otro detalle notable es la reiterada atención que esas Ordenanzas prestaban al cuidado de la cera y al "Arca de la Cera" que la Cofradía poseía. La cera era entonces un bien escaso y tenía un gran valor. No existían ceras sintéticas, sino solo la que producían las abejas. Y, por otra parte, las velas, candiles y hachones eran el único sistema de iluminación para las casas y las calles durante la noche.

De ahí la importancia que se le daba a la LUZ durante las procesiones y a la cera necesaria para ello.

Y un último detalle es el antiguo sello de la parroquia que aparece estampado en otros escritos.

Paco Corral                                                                                                          4/4/2023

(Mi agradecimiento a Arsenio Talavera que me facilitó el acceso a esos documentos)